No deberíamos estar aquí
Pero aquí seguimos
Tan campantes y
Saludables
como un lastre de estrellas ruinosas.
Nos mantienen
a fuerza de pastillas
blancas, rojas,
azules y verdes.
Nos paralizan,
Entre hipotecas,
Con farmacias
Y planes de jubilación
Y comerciales
Y extensiones de créditos.
Nos refriegan la esperanza en la cara
Entre gentes perfumadas, bien afeitadas,
adornadas de blancos papeles judiciales
y corazones tan sanos
Como relojes sin usar.
Y ustedes?
Como lo hacen? Como lo soportan?
Cual es el secreto de su insanable sobrevivencia crónica?
Cómo es que no se mueren desangrados?
Nos mantienen a fuerza de costumbre
A latigazos simples
con la fusta
de lo cotidiano
Lo crónico
Lo terrenal.
Y nos extorsionan también
Con niños inocentes que nos necesitan
sin pedir todo a cambio
Un pedacito de tiempo
Nada más un chocolatín
Un cuento espeluznante
Un abrazo.
Algunos
No deberíamos
ya
Estar aquí
Qué hacemos con nuestras maletas
Si ya nos quitaron
El biberón
Las tetas
El botellón y la petaca
la alegría falsa
Y por qué
Por qué
Por qué todo parece un gran desierto de dunas
En blanco y negro y pegajoso
Algunas mañanas?
Algunos
No deberíamos estar aquí
Algunos.
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