Este 2016 no se acabará el mundo. No. Tampoco dejarán de meternos el dedo en el culo los del 1% que se acapararon el 99%.
Yo predigo que se va a encarnizar de manera aun más feroz la guerra contra el EI (no E! Entertaiment television, que para los efectos resultan sospechosamente similares), el que sin lugar a dudas volverá a atacar algún punto emblemático de la Civilizada Cultura Occidental, y con ello las fuerzas del armamento del Imperio contraatacarán llevando la democracia a los más insospechados países, a cambio de una nimiedad: petróleo y agua. Un intercambio justo dirán; democracia a cambio de recursos naturales no renovables.
En México Peña Nieto seguirá siendo un pendejo, y en Argentina Macri estabilizará el peso sobreendeudando al país con los banqueros internacionales y el Obelisco volverá a quedar agarrado de los testículos.
En Chile la presidenta continuará enterándose de todo por la prensa, mientras el Magnate Piñera será descubierto en una red de explotación laboral infantil a quienes paga con fichas de pulpería y sin embargo seguirá subiendo en las encuestas como la espuma artificial que eleva igualmente, a la siempre ausente Senadora Isabel Allende, como uno de los denominados "personaje con mayor futuro", y a su prima, la entretenida plagiadora de tendencias mundiales de best sellers, en el ranking de los libros más vendidos, ahora con la historia de un niño mago mapuche que se enfrenta a muerte en un reality show que oprime a sus luchadores para entretención de la élite.
Evo Morales seguirá pidiendo mar para Bolivia, desaprovechando su posición única como mandatario indígena, que en vez de reivindicar trasnochados patriotismos ocasionando rencillas baratas entre pueblos, debiera asumir el rol histórico de liderar la reivindicación de los recursos naturales para los pueblos americanos. En fin, llamarán nuevamente a defender soberanías, patrias y demás conceptos engañosos.
El profeta de Peñalolén contraerá nuevas nupcias, Marco Enríquez-Ominami descenderá 10 mil puntos en la encuesta CEP tras ser paparazzeado comiendo una hamburguesa en un Mac dólars (algo totalmente inconsecuente, dirá Camilo Escalona, siendomel hijo de Miguel Enriquez) y Jovino Novoa contraerá hemorroides.
Jaime Guzmán no resucitará, pero seguirá vivo en las páginas de la Constitución de Pinochet, para júbilo del patético ignorante ilustrado de turno encarnado en Axel Kaiser, a quien el guatón Moreira encuentra "muy profundo".
Hablando de Axel, pero ahora uno de los que vale la pena, aunque más talentoso, hinchado, cerdo y maloliente, William Stephen Bailey, o "Axl Rose", se reunirá con Slash tras confesarle que "you could be mine" la escribió pensando en el melenudo guitarrista en un momento de debilidad homoerótica, pero que ya estaría todo solucionado, hormonas en orden, tiroides en colapso, y por fin podrán volver a tocar juntos en vivo. Algo parecido a lo que alucinó Claudio Narea de Los Prisioneros.
Hablando de Prisioneros, ninguno, atención, NINGUNO, pero absolutamente NINGUNO de los políticos que recibieron platas con boletas truchas, o que fueron coimeados para entregarle el mar a las siete familias del Apocalipsis va quedar preso. Tampoco NINGUNO de los ejecutivos mongoloides, endogámicos y mal nacidos que se coludieron para subir el precio de los medicamentos, el papel higiénico y defraudar a los fondos de pensiones, pondrá un pie en la cárcel. Qué bonito sería verlos enjuiciados como en Rusia, adentro de una jaula frente al juez.
Elvis será visto de juerga con Charly García, y Andrés Calamaro iniciará la esperada gira junto a Joaquín Sabina, la que lamentablemente, por incompatibilidad de caracteres, terminará a la quinta presentación. Seguirán de amigos yendo a las corridas de toros para horror de los animalistas.
Una secta vegana en un rancho en Califormia se quemará a lo bonzo cuando se notifican que las plantas también tienen sentimientos.
Hitler muere finalmente en Colonia Dignidad en el sur de Chile.
Maradona es abducido por extraterrestres y regresa 20 años más joven a disputarle el puesto a Messi en el Barcelona y en la albiceleste. Pierde una final y lo tildan de pecho frío, se retira del fútbol y se une al Estado Islámico.
Murakami vuelve a quedar con cola por el premio Nóbel y elabora una nueva playlist en Spotify que inicia con Loser de Beck.
Los grupos feministas presentan recursos judiciales contra Jhonny Cash y Victor Heredia, por sus temas "Cocaine Blues" y "Bailando con tu sombra", respectivamente.
Se aprobarán nuevas prohibiciones al tabaco, se castigará la embriaguez en los bares, y como política pública de salud se recomendará el uso de doble preservativo y besos sin lengua.
Se recrudecerán las leyes de transparencia las que serán aplicadas con estricto rigor a los funcionarios públicos de menor rango y con dureza inusitada a los siempre odiados "mandos medios". Las élites se felicitarán con esa asombrosa destreza que poseen para "sobarse la espalda" mutuamente por sus ocurrencias legislativas.
El justiciero fiscal Carlos Gajardo será sumariado y removido del Ministerio Público por escuchar música en una radio online en el computador institucional, lo que se determinará constituye una grave falta a la probidad en el uso de los recursos públicos.
Los parlamentarios se felicitarán por aprobar un referéndum para conocer la opinión pública de los ciudadanos que permita adoptar la decisión más adecuada para organizar un futuro y eventual proceso constituyente donde sentar las bases de un gran acuerdo nacional que le devuelva el prestigio a la clase política.
Se privatizará el derecho a la captación solar para producción de energía domiciliaria.
El premio de la editorial Alfaguara volverá a ser un bodrio decepcionante.
La Cut negociará el sueldo mínimo subiéndolo un moco, a cambio de mejores condiciones para el fuero sindical.
Un asteroide, anunciado por la Nasa con seis meses de anticipación, golpeará la comuna de Tocopilla, matando a un tercio de sus habitantes, pero las termoeléctricas quedarán en pie para seguir envenenando a los dos tercios restantes y Alexis Sanchez llevará regalos a los niños sobrevivientes del Holocausto estelar. La prensa inglesa le cambiará el apodo de niño maravilla a Astroboy.
La Central Nacional de inteligencia, pese a la estupidez de sus directores, logrará desbaratar un ingenioso intento revolucionario de arrojar armas a los centros penitenciarios para que los reclusos inicien una revolución armada. Se aplica la Ley antiterrorista.
El "lumpen" o esa generación de pobres mutantes horrorosos en que se convirtieron los habitantes de las poblaciones marginales de America Latina gracias a la terapia de shock del capitalismo, seguirán preocupados de la pertenencia tribal a sus equipos de fútbol y de la angustia del crack combinada con el subidón del asalto a mano armada. Ellos serán los delincuentes, una vez más.
Nada va a cambiar.
De cierto os digo.
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