lunes, 10 de noviembre de 2014

Od(i)a a los acreedores bancarios

Sólo existe una clase peor de sujetos
que los imaginarios demonios con ladillas 
Son los acreedores bancarios
Enemigos vestidos con pieles de cordero
Tan útiles como un salvavidas de plomo
que ofrecen ahora ya, la vida eterna
en letras de cambio y pagarés sin rellenar, 
con sangre inocente en garantía.

Modernos mercaderes de la esclavitud solapada,
en intereses, reajustes y moras tan amargas,
que hipotecan los bienes raices del más  profundo espíritu,
aprovechándose del débil, del gozador y del desesperado.

Vil acreedor bancario!
Tomáis innoble ventaja,
de los que pierden la cabeza en las vitrinas, las automotoras y los supermercados.
Abusáis de los ludópatas, de las mujeres en las tiendas de zapatos, de las familias sin techo,
de los esperanzados enfermos terminales,
y de los hombres que se han vuelto locos por amor,
a quienes ya sabéis cortar con precisión quirurgica,
la libra exacta de carne 
que el judio claudicó.

Malditos sean los Rothschild, los Rockefeller y los bancos centrales.
Malditas sus tarjetas y sus comisiones.
Malditos los síndicos, las agencias de cobranza telefónica y los martilleros sin corazón,
La puta noche monstruosa que los re parió!!
Malditos, Malditos, 
Mil Veces Malditos!!!

Malditos.


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