domingo, 16 de noviembre de 2014

Qué mundo es éste

Qué mundo es éste 
en el que ya no se puede elogiar la belleza femenina por las calles.
Qué mundo tan grave 
que califica de machista cualquier pavada, como
abrir la puerta del auto, pagar la cuenta, pedir un plato de comida caliente
y decirle a la mina que lleva minifalda,
que te vuelve loco, Mamá!!

Pero qué pasa con este planeta 
que prohibe fumar tabaco en los conciertos de rock,
que te mandan preso entre marihuanas y ayahuascas,
mientras se autoriza en total licitud
bombardear niños en Gaza, abandonar a los padres en un asilo de ancianos y cobrar a los enfermos en los hospitales.

Quién impuso horarios de cierre a los boliches, las botillerías y los traficantes?!
Sólo falta un impuesto por follar en los moteles,
y que cursen multas por descansar en las playas a culo pelado.

Ahora resulta que hay que andar con pies de plomo en comentarios, chistes y canciones.
No sea que te tilden de 
ignorante, 
intolerante, 
fascista, 
homófobo, 
fanático religioso, 
asesino de mascotas, 
oh no Horror!!! depredador de lechugas verdes y mariscos vivos!!!

Dónde quedó el gusto por arrancarse la ropa en la oficina,
Por atracar en lo oscurito,
Por hacerse el huevón con las herramientas del vecino y los libros prestados.
Què pasó con eso tan lindo,
que era embriagarse de pena en los entierros,
y cantar como mono junto a las viejas lloronas.

Yo quiero hacer fogatas en verano 
sin pensar en el medio ambiente, 
y coimear al guardia del hotel 
para nadar en la piscina de noche 
con tres sirenas de contrabando muy borrachas, tatuadas y pelirrojas.

Va llegando el tiempo,
en que nos prohibirán las bromas sobre extraterrestres, dinosaurios y dictadores
pues ellos también tienen sentimientos, derechos y férreos defensores gremiales.

Va llegando el tiempo,
en que habrá que ponerse condones para cruzar la calle,
y estará estrictamente prohibido, 
en las cárceles y calabozos licitados,
que se violen al maldito violador condenado.

Qué puto mundo es éste  
en que hay más farmacias que lupanares,
Más supermercados, que bibliotecas públicas,
Más televisores en las casas,
que chicos corriendo por los parques con las rodillas peladas.

Por eso es que nacen cada vez más muchachos autistas,
que duermen sus ojos en un planeta muy muy lejos,
porque este mundo apesta demasiado 
a muerte inexorable, sin sentido de urgencia vital.

Que se vayan a la mierda con sus sanas restricciones,
Con sus ensaladas, 
sus certificados iso diez mil, 
sus alcoholemias,
sus controles de presión arterial,
resistencias a la insulina,
y la ruma de porquerías light 
con gusto a juguete de plástico podrido.

Yo mejor me como un costillar de cerdo bien grasoso,
Me pongo a mear en un árbol 
como los perros vagos,
Y te acaricio los pezones en la vía púbica
mientras te juro, fumando un habano de contrabando,
mi eterno, 
sucio, mundano y febril,
amor sin cadenas, 
formularios, ni quejas.





2 comentarios:

  1. y que se jodan todas las sonrisas falsas y la nubes sin agua, que se pierda en el desierto la sed y que vuelva a correr la camanchaca de ideas por dunas fértiles de querer mambo-....ohh si,mambo.

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