domingo, 26 de octubre de 2014

Consejos para combatir las resacas morales

Para la resaca moral recomiendo,
un zumo de pomelos frescos
y muy desvergonzados,
con ralladuras de jengibre honesto,
para aplacar la sed y los malos recuerdos.

Evitar iglesias, capillas y confesionarios,
a los fanáticos religiosos que gritan en las esquinas domingueras,
las borracheras perdidas de sus dioses inventados.

Aléjese, por caridad
de los abstemios, los cirróticos y las solteronas maduras,
los estudiantes en periodo de exámenes, las embarazadas y los arrepentidos,
no sea que el aliento vil y agridulzón,
les evoque tentadoras pasiones en retirada.

Para almorzar recomiendo comer fuera de casa,
en lo posible con la amante más indulgente de todas,
aunque no sea la más bella,
siempre que prodigue risas, besos
y un ceviche de corvina fresca
con limón de Pica, y vigorosos jalapeños.

Para el postre deje,
sin temor ni apuro,
la fruta prohibida de Adán,
y procure practicar a lo más,
la conveniente posición de Andrómaca,
para no incurrir en infartos, disfunciones ni calambres.

Por la tarde recomiendo finalmente,
regresar a casa con soltura.
Consumir abundante piña,
y hacer oídos sordos a la crítica conyugal,
por muy justa que parezca.

Prohiba estrictamente el ingreso de suegras, cuñadas, niños molestos y vendedores de enciclopedias.
Vea el resumen deportivo en el sillón, puteando de cuando en cuando,
y acuéstese con total parsimonia e inocencia,
sin permitir que los recuerdos borrosos
Iluminen culpas sin remedio.
No olvide dar las buenas noches,
y jamás arrepentirse, ni abjurar,
de pasadas y futuras borracheras.






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